Los del 'Tata' Martino salieron mal al Camp Nou, con un error de Mascherano que habilitó a Griezmann para el primer uno contra uno con Pinto, quizá todavía bajo la influencia del mal partido realizado el sábado ante el Valencia.
Pese a no poder jugar cómodos, los blaugranas tuvieron opciones, como un remate cruzado de Pedro en el minuto cinco, una excelente doble oportunidad para Cesc y Alexis que fallaron sendos goles cantados, o también las que protagonizó un Messi que obligó a lucirse a Zubikarai, muy bien excepto en un gol contra el que nada pudo hacer.
Busquets remató un centro-chut de Pedro de primeras y con la zurda la colocó en el fondo de la red. El gol llegó poco después de que Messi enviara una falta directa al larguero, cerca de la cruceta, y solo un minuto después de la jugada clave; Pinto salvó el gol de Vela tras un contraataque en el que el mexicano llegó tras un largo sprint, y forzado por el marcaje de Mascherano, que entorpeció su disparo y pudo cometer penalti (que hubiera sido segunda amarilla y expulsión).
Fruto del gol, y de esta acción entre Mascherano y Vela, los donostiarras protestaron y ello le costó una roja directa a Iñigo Martínez, que dejó a sus compañeros con diez jugadores y un gol en contra con toda la segunda parte por jugar.
La segunda parte no tuvo más color que el blaugrana. La Real Sociedad no tuvo ocasiones, no pudo poner el susto en el cuerpo a los barcelonistas como en los primeros 45 minutos y es que apenas tuvo el balón, ni contraataques para intentar obtener un premio que hubiera sido merecido visto lo sucedido hasta el momento.
Por contra, y en una jugada de mala suerte que fue hasta cómica, excepto para los implicados Gorka Elustondo y Eñaut Zubikarai, llegó el segundo gol blaugrana. En un gran pase al espacio de Cesc para Alexis, el chileno remató cruzado al palo y llegó la incomprensible acción de Elustondo. El zaguero intentó rechazar la pelota pero, en vez de hacerlo a la banda o salir con el balón jugado, estampó el balón en Zubikarai que, sin esperárselo, introdujo por inercia el balón en propia puerta.
Tras este error y consiguiente regalo, la Real desapareció del partido del todo, se quedó sin ánimos para ir arriba y sin fuerzas, intentando amarrar el 2-0 y por lo menos tener ciertas esperanzadas para la vuelta, donde se espera una Anoeta llena y con ánimos de remontada, un escenario muy alejado de los escasos 38.000 espectadores que fueron al Camp Nou esta noche, y que crearon un ambiente frío y enrarecido.