Y es que poco después de que el presidente ucraniano accediera a la reestructuración del Gobierno y la revisión de las leyes "dictatoriales", los manifestantes vuelven a lanzar cócteles molotov y adoquines contra la policía.
Los manifestantes, que habían fortificado durante los últimos dos días con sacos de nieve las barricadas tras los autobuses calcinados, han creado una nueva cadena de fuego que alimentan con neumáticos para mantener a raya a los antidisturbios.
Ahora, menos de un millar de belicosos manifestantes se encuentran concentrados en la zona, a cuya espalda han instalado varias hogueras para soportar las bajísimas temperaturas que rondan los 15 grados bajo cero.
En respuesta, la policía ha reaccionado con el lanzamiento de granadas aturdidoras, chorros de agua para sofocar los incendios y grandes focos para deslumbrar a los manifestantes que osan acercarse a la vanguardia de la línea de frente del estadio.
Hasta ahora, ambas partes habían respetado religiosamente el cese de las hostilidades que abrió la puerta a la celebración de negociaciones entre los líderes opositores y Yanukóvich.
Intentan asaltar el Ministerio de Energía
Unos 100 manifestantes antigubernamentales trataron de asaltar sin éxito el principal edificio del Ministerio de Energía en el centro de Kiev el sábado, según ha indicado el ministro de Energía Eduard Stavytsky.
"Hubo un intento de asaltar el edificio. Unas 100 personas vinieron, armadas. Fui hacia ellos y dije que si no se marchaban pacíficamente entonces todo el sistema energético de Ucrania se vendría abajo", dijo Stavytsky a Reuters por teléfono.
El ministro asegura que los manifestantes se marcharon del edificio pero que le habían informado de que estaban bloqueando la entrada al mismo desde el exterior. "Lo que está sucediendo es una amenaza directa al sistema energético ucraniano en su conjunto", agregaba.