Fue un encuentro en el que, a pesar del resultado, España volvió a sufrir para conseguir la victoria. Durante 40 minutos de partido se vio la versión menos fiable de los 'hispanos'. Lo que traducido al espíritu de la campeona mundial supone una mala defensa. En el juego de la selección nacional el éxito pasa por encajar lo menos posible y esa tesitura no se dio durante una parte y media.
Las ayudas no llegaban, no había convicción en la salida a los lanzamientos exteriores de los islandeses y la portería tampoco mostró su mejor nivel en ese primer tramo del partido.
Aron Palmarsson fue un martillo desde los nueve metros (acabó con ocho goles). Y cuando no era éste el que agujereaba la red española aparecían los Karason o Hallgrimsson (nueve tantos entre los dos) para anotar con facilidad desde la larga distancia.
Además de la mala defensa, España no conseguía circular la pelota con precisión en ataque y encadenaba error tras error en las acciones más claras, como los penaltis y los contraataques por lo que solo mediante la calidad individual España conseguía perforar la portería de un Gustavsson que realizó una gran actuación bajo los palos.
Aún con eso, España se fue al descanso por delante (16-15), y todavía continuó mandando en el choque durante los primeros minutos de la segunda parte. Pero los islandeses dieron un estirón en el marcador (19-22, minuto 40) y ahí España sintió que había tocado fondo. Cadenas pidió un tiempo muerto para aclarar conceptos y pedir más intensidad defensiva y a partir de ahí los 'hispanos' fueron un ciclón.
A España le bastó dar 15 minutos de su mejor nivel para acabar venciendo de cinco goles a una potencia como Islandia. Pero para conseguir irse de Dinamarca con una medalla en el cuello, los de Manolo Cadenas tendrán que mostrarse más regulares y dar el 100% durante los 60 minutos de partido.
Gracias a esta victoria, España comenzará la siguiente fase el próximo sábado con el camino a las semifinales bastante allanado. Los de Manolo Cadenas lo sabían y por eso celebraron el triunfo ante los islandeses con una euforia mayor de la que cabe esperar en un partido de la primera fase.