El catalán está rayando a gran nivel de momento en el 'grande' australiano y, tras sobrevivir a la primera ronda al checo Lukas Rosol, ha ido creciendo en su tenis como dejó claro ante un Gasquet, que dejó escapar sus oportunidades para haber dado más emoción.
El francés comenzó muy fuerte y se llevó el primer set sin complicaciones, pero a partir de ahí, Robredo se asentó en la pista. Su servicio empezó a mejorar y su 'drive' a convertirse en una arma con la que contrarrestar al de Beziers, que cedió su saque por primera vez de forma definitiva en el undécimo juego del segundo parcial.
El de Hostalric vuelve a estar de este modo entre los 16 mejores en Melbourne Park y ahora tratará de repetir los cuartos de final del año 2007, su mejor resultado, ante el octavo cabeza de serie, el suizo Stanislas Wawrinka, más 'fresco' por no tener que jugar por el abandono del canadiense Vasek Pospisil.