El funcionario de prisiones y ex miembro del PP, José Antonio Ortega Lara; el exdirigente del PP vasco, Santiago Abascal; el profesor y excolaborador de FAES y ex UCD, José Luis González Quirós; el diplomático y ex UCD, Ignacio Camuñas, y la traductora Cristina Seguí han desgranado los puntos básicos del manifiesto fundacional de Vox, que pretende ampliarse durante el primer congreso que el nuevo partido mantendrá no más tarde de febrero.
El ambiente en Pradillo era optimista, aunque los fundadores del partido se han mostrado conscientes de sus limitaciones y el contrapeso que supone el poder del bipartidismo y la "partitocracia". En esta partitocracia (término que ha empleado tanto Ortega Lara como Camuñas para describir la degeneración de la democracia en España) han incluido al PP, que ha sido quien se ha llevado las críticas más duras de los impulsores de Vox.
Sobre todo en lo referente a la política antiterrorista y sobre todo por boca del referente para las víctimas Ortega Lara (532 días secuestrado por ETA entre 1996 y 1997), los conservadores en el Gobierno han sido cuestionados por "continuar la estrategia de Zapatero" frente al final de ETA, esto es, por "ser condescendientes y blandos" con la banda terrorista y su entorno.
El funcionario de prisiones ha asegurado que el Ejecutivo de Mariano Rajoy "tenía formas de dilatar e incluso de incumplir" la derogación de la doctrina Parot decretada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), pero sobre todo, Ortega Lara ha sido muy gráfico al describir por qué decidió involucrarse y "comprometerse" en la fundación de Vox, cuando reconoció "estaría más cómodo" en su casa.
Hay que pasar de las "conversaciones y críticas de bar" a la acción, argumentó el ex integrante del PP, y él decidió hacerlo cuando su hijo de 20 años le espetó: "Vaya país que nos estáis dejando".
El mes que viene y tras el cónclave, los militantes de Vox celebrarán unas primarias para elegir al candidato que los representará en las elecciones europeas del 25 de mayo.