Linde, que participaba en la asamblea anual de la Asociación de Mercados Financieros, fue interrogado sobre si la entidad que dirige había realizado algún estudio sobre los efectos de una independencia de Cataluña y sobre las consecuencias para las entidades financieras catalanas.
El gobernador, que en ningún momento mencionó expresamente a Cataluña sino que habló "de un territorio pequeño que se separa de uno grande", explicaba que ese territorio pequeño "estaría obligado" a emitir su propia moneda y en esa situación, el nuevo territorio separado la UE tendría sus activos en la nueva moneda, pero sus pasivos (sus deudas) estarían en euros, más fuertes que su propia divisa y esa diferencia es la que, según Linde, colocaría al nuevo Estado independiente en una situación financiera delicada, cercana a la quiebra.