Entre los planes para desarrollar este nuevo modelo destacan una mayor incorporación de la mujer al empleo, la reducción en los impuestos de sociedades y una estrategia para aumentar la población basada en la promoción de la inmigración cualificada y el freno a la emigración.
El Gobierno del Partido Nacional Escocés (SNP), presidido por el nacionalista Alex Salmond, aportará además una hoja de ruta a adoptar tras una hipotética victoria del Sí en el referéndum de independencia, pactado el año pasado con Londres, en un extenso documento, el libro blanco (White Paper) que pretende convertir en el punto de inflexión en la recta final hacia la histórica fecha del 18 de septiembre de 2014 y día cero de la independencia.
Grandes expectativas que hay que saber llevar a buen término
"Las expectativas que ha despertado son tremendas. El Gobierno ha anunciado que sería uno de los documentos más importantes de la historia de Escocia", declara el periodista escocés Iain Macwhirter, autor del libro Road to referendum (Camino al referéndum).
"(Escocia) es un caso diferente al catalán, donde hay una experiencia histórica de opresión", opina Macwhirter. "Para la mayoría de los escoceses la cuestión de la independencia no es una cuestión de liberación nacional y la gran dificultad a la hora de persuadir a los votantes es que el debate hasta ahora ha estado dominado por cuestiones muy técnicas".
Y es que independientemente de su trascendencia histórica, el libro blanco deberá arrojar luz sobre ciertos temas clave si pretende movilizar al cerca del 20% de electorado indeciso, que en general se muestra más preocupado por cuestiones económicas que políticas.