La atención estaba concentrada en este hombre tras la decisión de contar voto a voto el respaldo y el rechazo a la propuesta. De esta forma cuando el secretario mencionó a Flores toda la bancada opositora se volteó hacia su asiento para echarle en cara su traición mientras entre tanto, el oficialismo lo aplaudía.
De esta forma el chavismo ha hecho los deberes para entregarle a Maduro las facultades para legislar que viene solicitando desde septiembre con el aparente propósito de iniciar una cruzada ética contra la malversación de fondos públicos.
“El socialismo jamás podrá afianzarse con la corrupción. He venido a pedir poderes habilitantes para profundizar, acelerar y dar la batalla a fondo por una nueva ética política”, aseguraba el jefe del Estado cuando el pasado 8 de octubre oficializó su solicitud para legislar.
Pero la crisis económica ha impuesto sus urgencias y ahora el objetivo principal es otro y con la primera discusión de la Ley Habilitante, comienza la cuenta atrás para imponer por decreto presidencial la regulación de todos los bienes y servicios que circulan en Venezuela
La primera ley que el Ejecutivo aprobará será un proyecto que, según Maduro, establecerá precios, costes y ganancias máximas en bienes y servicios. Aunque ya existe en Venezuela una Ley de Costos y Precios Justos, el Gobierno pretende ir hasta donde nunca había ido al establecer límites al porcentaje que les queda a los comerciantes, pues, cómo siempre, el demonio es el capitalismo y el afán de lucro de los empresarios.
Maduro podrá detener a todo aquel que se niegue a obedecer sus mandatos sobre los precios que debe tener absolutamente todo lo que esta a la venta en Venezuela.