Siete años después de lo acontecido en "Pequeñas mentiras sin importancia", angustiado y al borde de la depresión, Max (François Cluzet) decide pasar solo un largo fin de semana en su casa de la costa.
Theo acaba de nacer. Después de dar a luz, su madre biológica le entrega a un programa de adopción. Los servicios de adopción deben encontrar entonces a la que se convertirá en su madre adoptiva.