El presidente de Rusia, Vladimir Putin, considera que sería un "absoluto disparate" que el Gobierno sirio hubiera empleado armas químicas para atacar a los rebeldes, tal y como asegurase este viernes el Gobierno estadounidense.
Putin, además, indicó que cualquier ataque estadounidense contra Siria sería "extremadamente triste" y recordó que Obama, como receptor del Premio Nobel de la Paz debería considerar las víctimas potenciales entre la población siria que implicaría tal operación.
"Estoy convencido de que (el ataque químico) no es más que una provocación de quienes quieren arrastrar a otros países al conflicto sirio y quieren conseguir el apoyo de miembros poderosos del escenario internacional, especialmente Estados Unidos", ha señalado Putin en declaraciones recogidas por la agencia de noticias rusa RIA Novosti.
En cuanto a las pruebas que Washington dice tener sobre la responsabilidad de las fuerzas del régimen en el ataque químico del 21 de agosto en Damasco, el dirigente ruso ha emplazado a presentarlas ante la ONU. "Si dicen que las fuerzas gubernamentales han utilizado armas de destrucción masiva y tiene pruebas de ello, que las presenten a los inspectores de la ONU y al Consejo de Seguridad", ha argumentado.
"Ha habido críticas por que estas pruebas no puedan ser presentadas a nadie por ser información clasificada. Es una falta de respeto descarada a sus socios", ha apuntado Putin, que se encuentra en la ciudad de Vladivostok, en el extremo oriental de Rusia.
Además, Putin ha asegurado que no ha tratado la posibilidad de un ataque estadounidense en Siria en conversación telefónica con su homólogo norteamericano, Barack Obama. En cualquier caso, Putin ha rechazado el uso de armas químicas y ha manifestado su disposición a "colaborar para tomar medidas contra este tipo de acciones".
Obama pospone el ataque hasta la aprobación del Congreso
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, compareció este sábado en la Casa Blanca para informar sobre las decisiones que ha tomado respecto a la crisis en Siria.
Obama calificó lo sucedido en la capital siria, Damasco, como el "peor ataque con armas químicas del siglo XXI" e insistió en que, según los datos que tiene su gobierno, "el régimen de Bashar al Asad fue responsable" del ataque del 21 de agosto.
"Esta amenaza tiene que ser confrontada", subrayó el mandatario estadounidense, quien dijo que el gobierno está listo para atacar cuando así lo decida.
"Estoy preparado para dar la orden", dijo, pero añadió que, consciente de que el poder de Estados Unidos no reside sólo en la capacidad militar, ha tomado una segunda decisión, y es la de buscar la autorización del Congreso para el uso de la fuerza.
Obama aseguró que es consciente de lo sucedido en Afganistán e Irak y que EE.UU, no puede resolver el conflicto de Siria con una acción militar. "No vamos a meter nuestras tropas en el medio de la guerra de otros", sostuvo.
El presidente hizo hincapié en los costos de no hacer nada ante el supuesto ataque con armas químicas.
"¿Qué mensaje estaríamos dando si un dictador puede gasear niños y jóvenes de su país y no hacemos nada al respecto?", enfatizó Obama.
Los rebeldes se coordinan con Estados Unidos
Las fuerzas rebeldes sirias han coordinado una serie de planes de contingencia con Estados Unidos y sus aliados para los momentos posteriores al eventual ataque contra el régimen de Bachar el Asad. Aunque durante esa operación el Ejército Libre Sirio no recibiría información ni se coordinaría sobre el terreno con los mandos militares norteamericanos y occidentales, sus líderes han consensuado con estos varios planes para asegurarse el control de las fronteras y principales vías del país, así como de los arsenales armamentísticos y químicos, en caso de que el régimen quede notablemente debilitado o caiga tras un ataque que, por la decisión de este sábado de Barack Obama de someterlo a votación del Capitolio, podría demorarse más de nueve días, cuando acabe el receso estival de los legisladores norteamericanos.
El Ejército Libre Sirio, representante de la facción mayoritaria y moderada de los rebeldes levantados en armas contra El Asad, planea iniciar una serie de ofensivas en las horas posteriores al ataque norteamericano para aprovechar el daño infligido por EE UU al régimen al que combaten desde hace más de dos años. En esos planes, según fuentes de la inteligencia norteamericana, entra el control de fronteras y vías de transporte del país; la instauración de puestos de control y seguridad, y la atención inmediata a las necesidades humanitarias de la población civil, en un plazo de entre 24 y 48 horas después de un supuesto derrumbe del régimen, no garantizado por el tipo de ataque limitado que contempla la Casa Blanca.
David Cameron entiende y apoya a Obama pero no lo respaldará
El primer ministro británico, David Cameron, ha asegurado este sábado que "entiende y apoya" la decisión del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de pedir autorización al Congreso antes de lanzar un ataque militar contra Siria.
"Entiendo y apoyo la posición de Barack Obama sobre Siria", ha reconocido el 'premier' conservador en su cuenta de Twitter, poco después de la comparecencia de Obama en la Casa Blanca.
Cameron renunció el jueves a participar en esa operación militar tras perder una votación en la Cámara de los Comunes, que rechazó la posibilidad de que el Reino Unido se implicase en el ataque contra el régimen sirio de Bachar Asad.
Por su parte, el presidente francés, François Hollande, ha reafirmado en conversación telefónica al presidente Obama su voluntad de sancionar a Siria, según ha informado una fuente próxima al dirigente galo.
Según esta misma fuente, Hollande habría afirmado que Francia cree que el ritmo para actuar de cada país debe ser respetado.
"El presidente le ha ratificado [a Obama] su determinación de actuar para sancionar al régimen", ha apuntado la fuente. "El ritmo para actuar de cada país debe ser respetado. Es importante para los estadounidenses tener luz verde del Congreso".
Los franceses no apoyan a Hollande
Una encuesta de opinión en Francia indicó que la mayoría de los franceses no quiere que su país apoye una acción militar contra Siria. El sondeo, publicado por el periódico Le Parisien-Aujourd'hui en France, mostró que el 64% de los participantes se opone a dicha intervención y un 58% manifestó que no confía en cómo la manejaría el presidente, François Hollande.
Cerca del 40% de los encuestados opina que un ataque al gobierno sirio encendería la mecha en Medio Oriente.
Francia es el único aliado importante de Estados Unidos dispuesto a participar en un operativo militar, después de que el Parlamento británico rechazara apoyar a EE.UU. en su plan.
Europeos y estadounidenses se manifiestan contra el ataque
Manifestantes en contra de la intervención militar en Siria se han concentrado este sábado en varias ciudades de Europa y Estados Unidos como Londres, Frankfurt, Houston, Boston o Washington.
Una de las movilizaciones más importantes ha sido la de Londres, donde más de un millar de personas se han concentrado en Trafalgar Square con pancartas con lemas como "Quitad las manos de Siria", informa el diario 'The Guardian'.
Los manifestantes han marchado con banderas sirias hasta Downing Street, sede de la oficina del primer ministro, David Cameron, quien ya ha expresado su apoyo a Estados Unidos en su intención de atacar Siria. Los activistas han celebrado la decisión del Parlamento británico, que el jueves votó en contra de autorizar la participación de Reino Unido en el ataque.
"Hoy es una victoria de la opinión pública de los británicos sobre quienes quieren la guerra", ha declarado el exdiputado laborista Tony Benn durante su intervención ante los manifestantes. "Las armas químicas son terribles, pero cuando piensas en las miles de personas muertas por los militares británicos y estadounidenses en Afganistán e Irak te das cuenta de que no es verdad que otra guerra vaya a resolver el problema", ha añadido.
Los análisis podrían durar hasta 3 semanas
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW, por sus siglas en inglés) ha precisado este sábado a través de un comunicado que el análisis de las muestras del supuesto ataque químico en Siria recogidas por los expertos de Naciones Unidas podría durar tres semanas.
"Las pruebas recogidas por el equipo serán sometidas ahora a un análisis en los laboratorios y a una evaluación técnica acorde a los procedimientos y los estándares establecidos y reconocidos", reza la nota de la organización, divulgada a través de su página web.
"Estos procedimientos, que se hacen de una forma sistemática, ordenada y objetiva, pueden tomar hasta tres semanas", ha indicado la organización, el órgano ejecutor de la Convención sobre las Armas Químicas, si bien reitera que "se harán todos los esfuerzos para acelerar el proceso".
El equipo de especialistas, formado por nueve miembros de la OPCW y tres analistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha llegado esta tarde a su cuartel general en La Haya (Holanda) tras abandonar esta mañana Siria y pasar por Líbano.
Previamente, la ONU había dicho que no puede establecer una fecha para la conclusión del informe de los inspectores que han investigado el presunto uso de armas químicas el pasado día 21 en las cercanías de Damasco.
A partir de ahora debe realizar el análisis en laboratorios de las muestras tomadas sobre el terreno y la traducción y compilación de las entrevistas a testigos y médicos, explicó Nesirky durante una conferencia de prensa.
Siria espera que los informes completos desmientan a Obama
El Gobierno sirio expresó su rechazo a "cualquier informe parcial" de la ONU antes de que se conozcan los análisis científicos y los expertos cumplan con su misión en Siria, donde pidió que visitasen las zonas en las que sus soldados se vieron afectados por gases tóxicos.
Damasco dirigió también sus críticas contra EEUU, a quien acusó de presentar pruebas "falsas" contra el régimen de Al Asad, basadas en los datos de la oposición.
Washington hizo público este viernes un informe que asegura que 1.429 personas, entre ellas al menos 426 niños, murieron en el ataque con armas químicas del 21 de agosto pasado en la periferia de Damasco, que atribuye al Gobierno sirio.