Se ha hecho hincapié en que no hay ningún dato que obligue a activar el nivel de alerta, que ya está en amarillo. Los acontecimientos están ocurriendo en el mar, desde donde están siendo vigilados y supervisados por expertos.
Rivero reconoce la serenidad y tranquilidad de los habitantes de la isla, pese que no es fácil mantener el ejemplar comportamiento que están teniendo los isleños.
El presidente canario afirma que la población se siente segura gracias al plan de prevención de riesgos volcánicos con el que cuentan la Administración y el Gobierno. Rivero ha añadido que se dispone de medios técnicos y profesionales expertos para supervisar la evolución sísmica en la isla para detectar cualquier fuga de gas y tomar decisiones en consecuencia de manera muy rápida.