“El mecenazgo ya no es cosa de ricos”, dice convencido de sus palabras Luciano Alonso, consejero de Cultura y Deportes, quien confía en que cualquier ciudadano de a pie pueda imitar al célebre Cayo Cilnio Mecenas, el noble romano amigo y consejero de César Augusto que en el siglo I antes de Cristo apoyó la carrera de los artistas y los poetas como los entonces jóvenes Horacio y Virgilio.
El plan de Alonso es que la Ley de Medidas para Estimular la Actividad Cultural —que es el nombre oficial de la llamada ley de mecenazgo— se debata en el Parlamento a finales de 2013 y se apruebe para la primavera de 2014 y donde se regulará, previsiblemente, no solo las donaciones a fundaciones e instituciones públicas y/o privadas, sino también el micromecenazgo; es decir las deducciones en el tramo autonómico del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de entre el 15 y el 20% con un límite de 240 euros para los pequeños mecenas, de forma que una persona que gaste al año 1.000 euros en entradas al cine, espectáculos, adquisición de libros o de obras de arte puede desgravarse hasta unos 200 euros.
De momento, está previsto que el Consejo de Gobierno apruebe este martes el anteproyecto de ley, un paso que dará luz verde a la primera norma autonómica que regule exenciones fiscales para las aportaciones a la cultura. “Con esta ley Andalucía marcará un camino para cambiar el sistema que, estamos seguros, seguirán otras comunidades autónomas”, dice orgulloso el consejero un año y un mes después de su nombramiento.
“Nosotros, que no lo llevábamos en nuestro programa electoral, lo estamos haciendo; mientras que el Gobierno central, que sí lo incluía entre sus promesas, todavía no lo ha hecho”, añade.
Durante el último mes, el aún convaleciente de una rotura de tendón en la pierna derecha, Alonso y su equipo —especialmente la viceconsejera María del Mar Alfaro— han mantenido un pulso con la Consejería de Hacienda, departamento que verá mermado sus ingresos cuando la nueva ley comience a aplicarse y han logrado un acuerdo.
“La ley de mecenazgo está saliendo adelante gracias al apoyo que estamos recibiendo del presidente de la Junta”, afirma el consejero, quien asegura que José Antonio Griñán ha sido el “motor” del Pacto por la Cultura en Andalucía.
Para el desarrollo de esta nueva ley Alonso ha partido del modelo anglosajón —con más aportaciones de la sociedad civil y menos subvenciones públicas— para reflotar la maltrecha economía de la cultura andaluza, ahogada por los impagos de las propias instituciones, por el incremento del IVA cultural que ha pasado del 8% al 21% y por los recortes de las aportaciones públicas.