El primer paso para la misma se ha dado en la Junta de Gobierno local de este jueves, cuando se han aprobado dos pliegos de condiciones para los procedimientos de contratación, uno para transportes de más de 9 plazas (por un plazo de 15 años) y otro para sistemas con una menor capacidad (5 años).
Canon fijo y variable
Se introduce un canon fijo de 10.000 euros al año y un canon variable del 5% de la venta de billetes que la empresa concesionaria tendrá que abonar a las arcas municipales. Este nuevo pago se impone en concepto de las “molestias” al tráfico generadas por “el uso” del viario público, además del “beneficio económico a estos empresarios”, en palabras del portavoz municipal, José Francisco Hernández Herrero.
Hasta ahora los prestadores de este servicio solo tenían que pagar una licencia, pero “más por la tenencia del vehículo que por el desarrollo de la actividad”, señala el teniente de alcalde, quien insiste en que “no se hace en ningún caso por ganar dinero”. “Desde un punto de vista administrativo, lo deseable es que todo esté bajo normativa –continuó–. Además, los momentos están para garantizar la libre concurrencia y el libre acceso a los contratos públicos”.
Los dos servicios existentes contaban ya con una autorización administrativa. En el caso del tren turístico, en funcionamiento en Ávila desde 1996, ya había superado su periodo de vigencia, pero el permiso que tiene el servicio de 'tuk-tuk' es de carácter provisional. “No es una situación ilegal, pero sí es una situación que conviene regularizar”, señalaba Hernández Herrero.
Criterios que priman la innovación y la adecuación al entorno
Tras reconocer que tienen conocimiento de que existen empresas interesadas en concursar, el portavoz del gobierno municipal afirmó estar convencido de que la “libre concurrencia de otros licitadores” que logrará “mejorar el servicio” en su conjunto. Se tendrán en cuenta factores como la innovación, la originalidad, la adecuación al entorno, la fluidez en el tráfico, la reducción en el tiempo de desplazamiento, etcétera con lo que se logre “un servicio que pueda tener atractivo turístico y garantía de calidad”, añadió
“Otros municipios han utilizado técnicas más arriesgadas, autobuses turísticos de grandes dimensiones, como es el caso de Segovia, y otros modelos que creemos que para Ávila no funcionarían”, señalaba Hernández Herrero. En su opinión, lo que se busca en una ciudad amurallada es un servicio como el actual, de “fácil acceso”.