El Valencia lo intentó con todo para romper los esquemas de un Granada echado atrás y con la contra como máximo exponente de peligro, pero los del Turia no pudieron, de ahí las pocas ocasiones que protagonizaron ambos equipos en la primera parte. Esta tregua se quebró tras el descanso reglamentario, sobre todo con la entrada de Canales, que permitió tener más poder ofensivo en el club valenciano. En uno de esos ataques, Joao Pereira consiguió poner un buen balón para que Soldado aprovechase una mala salida de Roberto y poner el 1-0.
El tanto poco importaba a los andaluces, ya que los resultados de terceros partidos les beneficiaban hasta tal punto que ya estaban salvados matemáticamente.
El partido agonizaba y los dos equipos estaban satisfechos con este resultado, o más bien con otros que se estaban dando por los diferentes estadios, y nadie intimidaba ni creaba peligro. La única mala noticia fue para los valencianistas, ya que la Real marcó el tercer tanto, el tanto del empate al Madrid, por lo que deberá jugársela en la próxima semana. Por su parte, el equipo nazarí puede disfrutar de otro año más en Primera, una bendición para su afición, una hinchada que ha acompañado al equipo en las buenas y en las malas y que se lo merece.
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