17 alumnos en clase, un profesor y un problema: la crisis se ha llevado por delante el trabajo de algunos de los padres del grupo. Este fue el caldo de cultivo para que estos estudiantes del Colegio Santísimo Rosario de Ávila se les ocurriese una herramienta para ayudar a sus mayores:'Micolecontraelparo', una web que pone en común a progenitores de alumnos del centro que ofertan puestos de trabajo con aquellos que lo demandan.
El proyecto surgió dentro de la asignatura 'Iniciativa Emprendedora', una materia de 4º de ESO que busca despertar en los alumnos el espíritu emprendedor tan necesario en tiempos de crisis y más aún en una España en la que la mayoría de los estudiantes buscan ser asalariados o funcionarios y no jefes.
En esta asignatura, que aparentemente puede parecer casi una maría, introducen a los alumnos a las diversas alternativas empresariales que existen. “Como en todos los colegios hay muchos padres y madres que están en paro”, lamenta Diego del Nogal, profesor de la asignatura, “así que estuvimos pensando en clase cómo podíamos emprender un proyecto que pudiera ayudar a sus familias”.
El grupo llevó a cabo un brainstorming tras el cual los alumnos decidieron que el mejor mecanismo de ayuda era una web: “La idea es que si por ejemplo un papá tiene un restaurante y necesita un camarero”, aclara del Nogal, “le invitamos a que lo publique en la página y nosotros le ponemos en contacto con otro padre o madre que pueda estar demandando ese trabajo ” o puede querer realizarlo.
Eso sí, en aras de garantizar la privacidad, los usuarios aparecen de manera anónima en la web, identificados mediante un número ya que “muchos papás del colegio no quieren que se sepa el nombre de su empresa y muchos que están en paro no quieren que se conozca su situación”, apunta Tamara Robledo, coordinadora del centro y tutora del grupo autor de tan singular idea.
Los potenciales usuarios de la página son sólo los progenitores de los alumnos ya que de no ser así “se nos podría ir de las manos”, afirma Robledo que espera que la iniciativa pueda servir de inspiración al resto de centros educativos de España.
“Hemos abierto la puerta a la esperanza, porque los padres que buscan trabajo ya no se enfrentan a una lista de 15.000 personas como la que puede haber en el paro. Aquí somos 300 familias y a lo mejor hay 70 que demandan un trabajo, tienen más facilidades”.
Para desarrollar la página, que los alumnos lanzaron “a la velocidad de la luz”, aseguran desde el centro, los estudiantes se dividieron por grupos que se encargaron del diseño de la web, la redacción, la promoción o las encuestas entre los padres para ver si estarían dispuestos a usarla…”fue un trabajo en grupo para el que se han coordinado fenomenalmente”, explica el docente muy ilusionado.
No es lo único que han ideado
Pese a que éste se ha convertido en el proyecto más mediático de los alumnos del colegio, el trimestre anterior ya hicieron otro que “también funcionó muy bien” que consistía en la venta de bocadillos. “Nuestro colegio no tiene cafetería y ver cómo ellos se levantaban a las 6:30 de la mañana para que antes de las 9 estuviese todo preparado para venderlos es increíble. Los chavales cuando se comprometen lo hacen de verdad”.
Un ejemplo de este compromiso tan digno de elogio, es que todo el grupo se ha comprometido a mantener en marcha la página pese a que el curso acabe en junio. Así, durante el verano se distribuirán en grupos para continuar poniendo en común a demandantes y ofertantes de empleo. “El próximo año tendré que hacerlo yo”, afirma el profesor, “aunque espero que los futuros alumnos de 4º de la ESO les guste el proyecto y quieran continuarlo”.
En cuanto a la nota que va a poner al grupo, el profesor lo tiene claro: “Van a llevar la máxima nota”, afirma orgulloso. “Cumplen sobradamente los objetivos de la asignatura y creo que la implicación y la motivación han sido máximas”.
Y es que, los profesores del centro quieren acabar con esa imagen cliché del adolescente 'pasota': "Lejos de lo que pueda parecer, que los chicos no se preocupan por las cosas, sí lo hacen”, apunta la tutora. "Por primera vez nos pasa que empiezan a ver la posibilidad, con 16 años, de trabajar en el verano, de ayudar en casa. Están muy concienciados con la crisis".