Tras una reunión “muy intensa”, según la propia Aguirre, del Comité de Dirección del PP de Madrid, la ex presidenta de la Comunidad ha declarado que es necesaria una “regeneración democrática” y que está dispuesta a prestar su ayuda aunque ya no esté en la primera línea política.
La regeneración que defiende debe “devolver poder a los ciudadanos”, pues Aguirre considera que “las cúpulas de los partidos y las administraciones” se lo han quitado. El primer paso es “acabar con los corruptos mediante un sistema que proteja los derechos y libertades, pero que sea rápido” ha señalado la presidenta del PP madrileño.
Como medida contra la corrupción ha apuntado la conveniencia de la liberalización de los servicios públicos. “Hay que liberalizar porque todo lo que esté sometido a un permiso o a una licencia incita a la corrupción” declaró Aguirre.
Sobre lo sucedido en la reunión interna, varios dirigentes del PP de Madrid aseguran que Esperanza Aguirre criticó duramente a Dolores de Cospedal por no haber actuado contundentemente ante el caso Bárcenas. También ha trascendido que en esa reunión privada aseguró que ella habría destituido a la ministra de Sanidad, Ana Mato, por su supuesta vinculación a la trama Gürtel.