“Estos nuevos descubrimientos son muy importantes, porque los insectos y las semillas germinadas de girasol nos confirman el tipo de clima que había durante el periodo Mioceno”, manifestó a AFP el paleontólogo Klaus Honniger. Los insectos y arácnidos hallados tienen, según indicó, patas cuatro veces más largas que el cuerpo.
“Hemos hallado una espacie desconocida de arácnido de 3mm de longitud que tiene una extraña cabeza semejante a la de un perro” agregó el paleontólogo.
Los insectos muestran un estado de conservación notable pudiéndose apreciar hasta los más mínimos detalles. El cambio climatológico registrado en el Mioceno sería la causa de que los insectos no se adaptaran y se extinguieran.