La diva del soul falleció el pasado 23 de julio. Según su autopsia en la sangre de la cantante había 416 mg de alcohol por decilitro: seguramente había entrado en coma y su respiración se había detenido. Amy comenzó a beber para contrarrestar el síndrome de abstinencia cuando dejó las drogas.
En su haber destacan dos álbumes de estudio: ‘Frank’, y Back to Black’, además de 6 Premios Grammys y el hecho de ser una de las voces con más talento de la historia.
Junto con su música, su pelo descuidado, formas, movimientos y sus excesos con las drogas la encumbraron hasta la fama, una fama que la hizo caer hasta lo más hondo, ocupado el llamado ‘Club de los 27’ formado por talentos musicales fallecidos a esa misma edad: Jimi Hendrix, Jim Morrison, Kurt Covain.
Amy Winehouse disfrutó de su vida, y nosotros, afortunadamente, disfrutaremos de su legado para siempre. Descansa en paz, Amy.