En estos nueve meses desde su desaparición, se les ha buscado en diferentes lugares: desde el río Guadalquivir a una gravera en la finca de Las Quemadillas, la cual pertenece a los abuelos paternos de los menores. A pesar de la intensa investigación, ésta no ha dado sus frutos, aun habiéndose utilizado diversas herramientas, como georradares, cámaras térmicas, radiestesia y excavadoras.
El último sitio que se ha rastreado, el principal escenario de la investigación, la finca de Las Quemadillas, no ha desprendido pista alguna de los niños desaparecidos tras una búsqueda sin cuartel de tres semanas.
Por su parte, el padre de los niños, José Bretón, continúa en prisión desde que ingresó el 21 de octubre de 2011, por la presunta comisión de dos delitos de detención ilegal, en la modalidad cualificada de menores y con la agravante de parentesco, y por simulación de delito. Éste sigue manteniendo que perdió a los niños en el parque Cruz Conde de Córdoba, algo a lo que los investigadores y el juez instructor del caso, José Luis Rodríguez Láinz, no dan ninguna credibilidad.