En la jornada de ayer 79,5 millones de mexicanos tenían una cita en las urnas para elegir el rumbo del país. El resultado no ha sorprendido, pues el partido que todos los sondeos proclamaban vencedor se ha impuesto con el 37,93 % de los votos, según los datos provisionales proporcionados por el presidente del organismo electoral, Leonardo Valdés. El nuevo presidente, Enrique Peña Nieto, ha conseguido una victoria cómoda en un país que su partido, el Partido Revolucionario Institucional, ya había gobernado y que había permanecido en la oposición durante 12 años.
En el discurso virtual ante sus seguidores, el líder del PRI ha asegurado que seguirá luchando contra el crimen organizado, centrándose en la protección de los mexicanos. A su lado, su esposa y famosa actriz de culebrones Angélica Rivera, aplaudía sus palabras. La carismática pareja ha visto crecer los frutos de una campaña electoral más marcada por el marketing televisivo que por un programa político claro y perspicaz.
El candidato de la izquierda no ha aceptado los resultados de los comicios pues, según afirma, los datos de las elecciones presidenciales dados a conocer hasta ahora no coinciden con los suyos - que no ha precisado - y ha concluido: «aún no está dicha la última palabra». López Obrador, que también negó su derrota en las anteriores elecciones presidenciales, dio su discurso minutos después de saber que Peña Nieto le había ganado.
Con un mensaje de unidad nacional y reconciliación, el PRI coge de nuevo las riendas del país ante la amarga pérdida de la ciudad de México a manos de la coalición de izquierdas y la presión del movimiento #YoSoy132, que también ha denunciado el proceso electoral por supuestas irregularidades.