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Más allá de analizar los motivos del Presidente para tomar esta decisión, fijémonos en esa parte oculta que puede estar detrás de dicho anunciamiento. En primer lugar quiero destacar el hecho de que en una democracia se haya actuado otra vez a espaldas del pueblo, ¿han votado ustedes un adelanto electoral? No. Por lo tanto estamos otra vez expuestos a las triquiñuelas de los políticos para manejarnos a su antojo, en lugar de representar los intereses de quienes les hemos elegido- no lo olvidemos- como defensores de nuestros ideales en el Congreso. Cada día parece estar más claro que somos los electores quienes tenemos que responder ante la clase política y no al revés como estipula el término democracia, que se supone entrega el poder político al pueblo.
Otro tema que seguro dará mucho que hablar es el día elegido por el jefe del ejecutivo para dicho adelanto electoral: el 20 de Noviembre, la efeméride más populista a día de hoy en esta nuestra España de los dos bandos. ¿Provocación o motivación? Yo creo que un poco de ambas. Provocación en el sentido de que la parte más extrema del bando vencedor no verá con buenos ojos tener que relegar a un segundo lugar, en importancia claro está, la conmemoración del trigésimo-sexto aniversario de la muerte de Franco. Motivación por esto mismo, seguro que pretende aupar hasta un grado eclesiástico para los vencidos el acto de ir a votar. Así será la primera vez que un 20 de Noviembre las banderas con morado anteriores al 39 puedan salir a la calle sin temor a ser quemadas. Y de paso provocar un grado menor de abstención en la izquierda española; ya era hora señor Zapatero.
Analizada ya la estrategia, de la cual pueden discrepar, quiero señalar una consecuencia inmediata que a lo mejor no ha tenido en cuenta el señor Presidente al adelantar las elecciones. Sin quererlo, o bien a sabiendas, acaba de otorgar al Partido Popular el prestigio de ser el único partido en la corta historia democrática española en cumplir su programa electoral: adelanto de las elecciones. Porque llevamos ya dos años escuchando día tras día esa petición del partido mayoritario en la oposición, que no ha presentado más propuestas que dicho adelanto de los comicios en los 4 años que llevan realizado campaña electoral, pues oposición han hecho mucha pero no política sino ideológica. Digo esto porque entiendo que una oposición está para mejorar las pifias del Gobierno y así ayudar al país, no para desestimar toda propuesta “hemicíclica” en pro de sus intereses, de poder, y no solucionar nada en aras del desarrollo y beneficio del pueblo español, que falta nos hace.
Independientemente de los resultados de las ya elecciones de 2011, me da la sensación de que acabamos de sufrir la derrota democrática más grande de nuestra historia. Ahora mismo tenemos en el poder a un señor que parece no querer ejercerlo, a un candidato que dice tener la solución-que anunciará únicamente si gana- a una alarmista situación del país del cual ha sido ministro hasta hace 3 días, y a un opositor que lo único que ha propuesto lo ha conseguido. Así que tal y como están las cosas esperemos que de esta estrategia política podamos sacar algo los damnificados, aunque sólo sea respeto a nuestra dignidad como ciudadanos en calidad de llave de poder.