Por ello abatido el ganador de 14 grandes, recorría cabizbajo el túnel que da acceso a los vestuarios de la pista Arthur Ashe de Nueva York y se dirigía a rumiar la derrota en solitario.
Y es que la caída frente al italiano, que ya le ha vencido tres veces esta temporada y se medirá con Feliciano López (6-2, 7-6 y 6-3 a Milos Raonic) por una plaza en los cuartos, es de esas que hace mella incluso en un campeón como Nadal.