La operación conocida como “Miniyó”, que ha finalizado esta semana pasada y que ha constado de dos grandes fases, ha desenmascarado el mayor entramado empresarial conocido hasta ahora en España, dejando 21 detenidos e incautándose de 5.644 kilos de cocaína, el porcentaje más elevado de droga intervenido en una sola organización. Esta se había conformado como una empresa para poder así justificar los ingresos que generaban sus actividades delictivas.
Sin embargo, no solo los agentes han intervenido droga durante los 23 registros efectuados, sino que también se han hecho con 28 caballos de pura raza, 550 vehículos, 500.000 euros en cuentas bancarias y 200.000 euros en efectivo, y otros materiales como obras de arte de gran valor económico, joyas y relojes, y material electrónico que alcanzan el millón de euros. Además, han bloqueado 57 propiedades inmobiliarias, destacando dos de ellas que se valoran en 4.000.000 de euros cada una.
La canalización de fondos mediante inversiones en minas de oro configuraba una de las actividades más rentables para la organización llevada a cabo en el África subsahariana. También los agentes de la Guardia Civil han podido confirmar que los beneficios obtenidos con el tráfico de drogas eran utilizados para adquirir empresas de construcción y transporte en situaciones precarias con el objetivo de blanquear el dinero.
La documentación intervenida ha facilitado que el “cabecilla” de la banda, quien responde a las iniciales de L.M.J, es de nacionalidad española y había creado el entramado con el fin de ocultar los beneficios obtenidos de forma ilícita con el tráfico de estupefacientes. Además, seguía siendo el jefe de la organización a pesar de estar interno tras su detención en la primera fase de la operación.
A pesar de todos los bienes que se han incautado los agentes, la operación aún no se considera cerrada, ya que esperan que se amplíe la lista conforme se avance en el análisis de la documentación obtenida tras la intervención.