Los fallecimientos ocurrieron luego de que Arabia Saudí y sus aliados decidieron lanzar una campaña aérea el 25 de marzo en respaldo del presidente Abed Rabbo Mansur Hadi y sus fuerzas leales en contra de los rebeldes chiíes. Los que se han mantenido fieles a Hadi llevan semanas combatiendo a los insurgentes en el terreno.
En un comunicado Valerie Amos, la subsecretaria general de las Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, expresó su preocupación "por la seguridad de civiles atrapados en medio" de los combates e indicó que 519 personas han muerto y mil 700 han resultado heridas, muchas de ellas civiles, en las últimas dos semanas y que decenas de miles han huido de sus hogares.