Así lo afirma el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en su informe 'Mutilación genital femenina: ¿Qué podría deparar el futuro?', que incluye las últimas estadísticas mundiales de esta práctica y recogido por Servimedia con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, que se celebra este viernes.
La mutilación genital femenina se refiere a "todos los procedimientos que implican la extirpación parcial o total de los genitales externos femeninos u otras lesiones de los órganos genitales femeninos por motivos no médicos", según la definición consensuada entre la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros nueve organismos de la ONU, entre ellos Unicef.
La respuesta internacional a la mutilación genital femenina dio su pistoletazo de salida en 1997, cuando la OMS, Unicef y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Fnuap) emitieron una declaración conjunta en contra de esta práctica, asociada a un rito que prepara a las niñas a ser esposas y madres, si bien muchas mueren por las heridas y las supervivientes quedan privadas de una vida sexual normal, y persiste la percepción social de que las niñas y sus familias se enfrentarán a la vergüenza, la exclusión social y menores posibilidades de matrimonio si renuncian a ella.