Los de Nuno no supieron continuar un arranque bonito y eficaz ni gestionar la presión local en su propio campo. No encontraron a Negredo y cuando se dieron cuenta de que era un mal día para su defensa, Castillejo ya había marcado su primer gol en Liga.
Después, para colmo, el arbitrario Clos Gómez le dejó con uno menos en el último cuarto de hora y así el Málaga, más listo y entero se quitó la depresión: sigue en la brecha europea.