El hombre, de nacionalidad egipcia, estaba considerado un viceemir de la fuerza Al Hesbá. Su cuerpo, que mostraba signos de tortura, ha sido localizado cerca de una instalación energética en la ciudad de Al Mayadeen.
Aunque no está claro quién perpetró esta decapitación, el cadáver tenía un cigarrillo en la boca y en el cuerpo estaba escrito el mensaje: "Éste es el mal, jeque".
Y es que residentes en áreas controladas por Estado Islámico han dicho que los milicianos han prohibido fumar en público.