Sin embargo, no es tanto la imputación de Molina, señalan los conservadores aun admitiendo el daño en sí misma, como su contexto: el caso Bárcenas y la presunta mordida de 200.000 euros de una filial de Sacyr al PP de Castilla-La Mancha para financiar la campaña autonómica de María Dolores de Cospedal en 2007.
El temor del PP está en la"dureza" que ellos consideran que el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha impreso al auto, advirtiendo, en definitiva, de que no parará la investigación hasta que los hechos queden esclarecidos, así como los participantes en ellos.