Durante su discurso a la nación, Obama insistió en que Estados Unidos "no va a ser arrastrado a otra guerra terrestre en Irak", por lo que recurrirá al "poder aéreo" y al apoyo a las fuerza aliadas sobre el terreno, en una estrategia similar a la que el país norteamericano viene realizando en países como Yemen y Somalia, donde ha lanzado ataques selectivos con aviones no tripulados durante años.
"Quiero que el pueblo estadounidense comprenda que este esfuerzo será diferente al de las guerras en Irak y Afganistán. No va a involucrar a las tropas de combate estadounidenses luchando en suelo extranjero. Esta campaña de lucha contra el terrorismo se libra a través de un esfuerzo constante, utilizando nuestro poder aéreo y nuestro apoyo a las fuerzas asociadas sobre el terreno", explicaba el presidente estadounidense.