Asimismo, el BCE también ha rebajado en la misma proporción los intereses aplicados a sus facilidades de depósito y préstamo. De este modo, el tipo de interés cobrado a los bancos de la zona euro por sus depósitos a un día en la entidad pasará a ser del -0,20%, lo que significa que los bancos tienen que pagar dinero al BCE si quieren aparcar fondos en el banco central, mientras que el tipo de interés aplicable a la facilidad marginal de crédito bajará al 0,30%.
Es la segunda rebaja del precio del dinero en apenas tres meses. En junio, a la vista de la debil inflación y de la precaria recuperación económica en la eurozona, el BCE rebajó el precio del dinero al 0,15%. Draghi ha explicado que la decisión de recortar las tasas de interés no fue unánime pero se produjo por "mayoría confortable".