"Es, con toda seguridad, una futura estrella, lo hace todo bien, tiene golpes muy fuertes y juega muy bien desde el fondo de la pista", aseguró el mallorquín, que persigue levantar la novena Copa de Mosqueteros.
Y es que pese a la contundencia del marcador, Nadal mostró algunas lagunas ante un prometedor jugador, de 20 años, llamado a grandes cosas en el circuito internacional, pero al que faltó la experiencia y solidez necesarias para inquietar a la mejor raqueta del momento.
En el primer set Nadal cedió en una ocasión su saque, al igual que en el tercero, donde estuvo varios minutos por debajo en el marcador, antes de recuperar la iniciativa y acabar cerrando el duelo.
Pese a ello, en el primer contacto de Nadal con la pista central de Roland Garros, escenario de sus mayores logros, el español, que había debutado en la segunda cancha más importante del estadio, afirmó que había tenido buenas sensaciones.
"Para mí siempre es un honor regresar a esta pista. Esta vitoria es importante porque Dominic es un rival muy duro y porque noto que mi tenis mejora partido a partido", señaló.