Una "sirena de la paz" sonó a mediodía en todas las fábricas de Metinvest emplazadas en la región en una iniciativa llamada "Donbass sin armas", convocada la víspera por el multimillonario natural de la región rebelde. Al mismo tiempo, varios centenares de seguidores del club de fútbol Shakhtar Donetsk, también propiedad de Ajmétov, acudieron al estadio Donbass Arena para tomar parte en otra acción denominada "la Marcha de la Paz", cuya celebración se limitó al campo y que duró poco más de veinte minutos.
Una columna de coches, muchos adornados con símbolos estatales de Ucrania, recorrió varias veces la calle principal de la ciudad a toque de claxon para solidarizarse con la iniciativa del empresario. La sirena sonará todos los días a mediodía en todo el Donbass, dijo Ajmétov, que acusó a las milicias populares de poner en peligro con sus acciones la economía y los puestos de trabajo en la región.
"Nadie puede atemorizarnos, incluidos los que se llaman república popular de Donetsk. ¿Qué han hecho para nuestra tierra, qué puestos de trabajo han creado? ¿Andar con fusiles por las ciudades del Donbass es acaso defender los derechos de la gente frente al poder central?", manifestó el oligarca.
Así, acusó a los milicianos de "pillaje y secuestro de ciudadanos pacíficos" y tachó sus acciones de "genocidio del Donbass" y "lucha contra los habitantes" de esa región.
Esta acción ha alegrado mucho al Gobierno de Ucrania. El ministro de Interior ucraniano, Arsén Avákov, felicitaba a Ajmétov por mostrar, "por fin, energía" para poner punto y final a la rebelión prorrusa que vive desde hace más de un mes esa región y también la vecina Lugansk, proclamadas independientes de Ucrania por sus líderes insurgentes.
"Le creo. Espero que el Donbass también le crea. Si hay un deseo genuino, resolveremos las diferencias y apartaremos a un lado los fusiles", escribía el ministro en su página de Facebook.