El patrón comúnmente llamado “probar y abandonar” está siendo un factor determinante para que la tasa de mortalidad en el mundo app esté siendo determinante.
Cada vez el consumidor móvil es más exigente con la app que se descarga y existe un grave problema en muchos casos, ya que no se define claramente el objetivo o propósito que debe tener la app desde su propia concepción.
Por ello cuando las empresas deciden publicar el contenido de una web en una app, o simplemente sacan una app al mercado porque es un concepto “cool” para que los propios usuarios puedan retroalimentarla, estamos posiblemente ante una nueva zombie app.