Las Vegas Sands Corp., propiedad del decimosexto hombre más rico del mundo, Sheldon Adelson, comenzó las conversaciones con el gobierno de la Comunidad hace dos años y medio. En las negociaciones participan representantes del Gobierno central, de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid.
El proyecto incluye la construcción de un macrocentro de ocio al estilo de Las Vegas en Estados Unidos o Macao, en China. El complejo incluiría doce hoteles, seis casinos, tres campos de golf, varios teatros y numerosos restaurantes. La construcción de las instalaciones sería paulatina y estaría financiada por el dinero generado en los casinos.
El magnate del juego, Sheldon Adelson, tendría que hacer frente a una inversión de casi 17.000 millones de euros. De hacerse realidad el proyecto, se estima que se crearían 261.000 empleos, de los cuales 164.000 serían directos y 97.000 indirectos. Además, la llegada de turistas a la capital podría aumentar en cinco millones.
A cambio, la compañía de Adelson pide que se modifiquen leyes urbanísticas, laborales, fiscales e incluso de extranjería. El multimillonario reclama también a las administraciones que se reubique el vertedero de Valdemingómez, que le regalen todo el suelo público que poseen en la zona y que ubiquen las viviendas protegidas en otros emplazamientos.
Sus peticiones van más allá y exige, entre más cosas, que se le exima del pago de las cuotas a la Seguridad Social durante dos años y una reducción del 50% en los tres siguientes, que se le permita aplicar un régimen laboral especial, libertad de entrada a los menores de edad e incluso que se pueda fumar en sus casinos.
Según documentos desvelados por Wikileaks pertenecientes al Gobierno de los Estados Unidos existe una relación entre los casinos y la mafia china. Precisamente del país oriental proceden actualmente las principales ganancias de Las Vegas Sands.