El pueblo situado en la zona norte de Madrid, a la altura del kilómetro 76 de la N-1, recoge está tradición desde aproximadamente 1991 y se repite cada año, con un aforo máximo de 2500 personas.
La entrada es gratuita aunque se recomienda estar antes de la hora por si se completase. El Belén se financia con la ayuda de aportaciones realizadas por establecimientos, entidades locales, colaboraciones de la localidad y socios.
Comienza con una actuación de los actores fuera del castillo y más tarde se permite la entrada, donde se encuentra la representación de 39 escenas de la natividad.
El frío de Buitrago es el detractor en el belén. Las figuras petrificadas tienen que soportar el frío que es helador, por eso cuando no pueden más, van sustituyéndose por otras.
La Cruz Roja está vigilando a los actores por si requieren de atención médica, aunque son los menos. Un pastorcillo es despertado, por haberse quedado dormido en el hombro de su hermano. Otra niña es atendida por comenzarse a marear. Y es que se ven ojos llorosos por el gélido Diciembre, en este peculiar Belén de la sierra.