El británico, que salía segundo, consiguió adelantar a Rosberg en la primera curva y se puso a liderar la carrera seguido de cerca por el alemán. Por detrás, Sergio Pérez (Force India) consiguió subir al tercer cajón del podio tras un gran fin de su equipo. Mientras, el defensor del título Sebastian Vettel (Red Bull) terminó sexto y Alonso no pudo pasar de la novena plaza.
La salida se desarrolló con normalidad. Los Mercedes salieron como un tiro hacia la primera curva, mientras que por detrás Felipe Massa (Williams) se colaba por el medio de la pista para plantarse en la tercera posición. El gran perjudicado del inicio de la prueba fue Kimi Raikkonen (Ferrari), que no hizo una buena salida y pasó de la quinta a la novena posición, siendo adelantado por Fernando Alonso, que se colocó en la séptima plaza.
Pocas vueltas le hicieron falta a las nuevas balas plateadas para abrir un hueco con sus rivales y luchar por la victoria sin ningún invitado inesperado. Sin embargo, la rivalidad entre Hamilton y Rosberg estuvo a punto de acabar con la participación de ambos en la carrera, debido a dos vueltas en las que los dos pilotos olvidaron que conducen para la misma casa y en las que se lanzaron sin cuartel a por la primera posición.
Por detrás, lo más destacado se vio con la lucha por el último cajón del podio en el que estuvieron inmersos los dos Williams y los Force India, mientras que lejos de la lucha por los puestos nobles, los gigantes caídos en este inicio de temporada, Red Bull y Ferrari, luchaban por acabar la carrera en una mediocre séptima posición.