Se ha publicado el informe anual que revela que España es el país de la Unión Europea que más alertas de productos peligrosos para el consumo ha comunicado al Sistema de Alerta Rápida (RAPEX), con 458 alertas en 2013. Tras España, está Hungría con 377 avisos y Alemania con 361 alertas comunicadas, mientras que el país que menos productos peligrosos ha detectado ha sido Luxemburgo con 7 alertas y Rumanía con 29.
La Unión Europea, en conjunto, ha recibido 2.364 alertas, es decir, 217 más que en 2012, que recibieron 2.147 alertas; este aumento se debe a que se han incrementado el número de inspecciones y la eficacia de los controles de seguridad de las naciones. En cualquier caso, el comisario responsable de Política de Consumo, Neven Mimica, asegura que el reto es continuar con estos controles ante las cadenas globales de distribución.
Por otro lado, los productos que más alertas han provocado son los textiles y los juguetes, con un 25% y, después, los dispositivos electrónicos con un 9%, los vehículos a motor con un 7% y los productos cosméticos en un 4%. En España, el 92% de las alertas han sido en referencia a juguetes, seguidas de ropa y textiles, vehículos a motor y equipos electrónicos. Los mayores riesgos que la Unión Europea ha detectado han sido de heridas en el 23% de los casos, de compuestos químicos en el 20% y de asfixia en el 14% de los casos.
El origen de estos productos peligrosos para el consumo era, en su mayoría, de China (64%), además de Europa (12%), aunque preocupa que el 10% de estos productos era de origen desconocido. El origen de estos productos ha provocado que haya mayor cooperación con las autoridades chinas y que se preste más atención al problema de los productos de origen desconocido; además, el comisario responsable ha apuntado la urgencia de mejorar la legislación vigente y ha recordado que hay una normativa pendiente de aprobación.