Los investigadores descubrieron que este periplo de las células cancerosas por el cuerpo se produce fuera del organismo, sin que lleguen a entrar en el torrente sanguíneo debido al efecto que produce la luz ultravioleta en nuestra piel.
Para llegar a estas conclusiones el proceso fue observado con ratones de laboratorio, los cuales habían sido modificados genéticamente para desarrollar el melanoma.
Tras esto se descubrió que los ratones expuestos a la radiación ultravioleta sufrieron una aceleración del proceso de expansión de las células cancerosas, así como la aparición de metástasis en el pulmón y, los que no estuvieron expuestos a la luz UV, no sufrieron cambio alguno.
Los investigadores están de acuerdo en que la confirmación de este estudio puede ayudar a buscar una solución que interfiera en este proceso.
Salud, LifeStyle
Fumar puede causar cambios físicos en el cerebro
Un nuevo estudio sobre los efectos del hábito de fumar en los adolescentes ha revelado que el tabaco puede causar cambios físicos en su cerebro.
Esto es debido a que están desarrollándose, lo que les hace más vulnerables frente a ciertas influencias bioquímicas perniciosas. Esta investigación ha sido realizada por las investigadoras Edythe London y Angélica Morales, de la Universidad de California en la ciudad estadounidense de Los Ángeles (UCLA).
En esta se revela que esos cambios nocivos pueden ocurrir en aquellos que han estado fumando durante relativamente poco tiempo.
La investigación también sugiere que los cambios neurobiológicos que pueden darse en fumadores durante este período crítico podrían explicar que los adultos que empezaron a fumar a corta edad tienden a permanecer más enganchados a los cigarrillos.
En la investigación se encontraron diferencias entre la ínsula de los fumadores más jóvenes y la de los no fumadores. Ésta ejerce un papel crucial en el mantenimiento de la dependencia del tabaco, disponiendo de la mayor densidad de receptores de acetilcolina nicotina dentro de la corteza cerebral humana.
Los resultados sugieren que los participantes con mayor exposición al tabaco tenían una dependencia de la nicotina más severa, más ansias de fumar y menos grosor en su ínsula que aquellos menos expuestos.