Este es el espíritu del manifiesto que han firmado cerca de 2.000 profesionales sanitarios, que piden al Gobierno que no apruebe la Ley Orgánica para la Protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada .
Los firmantes señalan que, con la actual ley de plazos, el 90% de los abortos se realizan dentro del primer trimestre de gestación, evitando así "los riesgos biológicos, psicológicos y sociales derivados de las interrupciones tardías del embarazo".
Restringir el derecho a la interrupción del embarazo supone tratar a las mujeres de "inmaduras" y "estigmatizar el aborto, que es una práctica absolutamente normalizada", ha señalado el ginecólogo Javier Martínez Salmeán.
Además de "poner en riesgo la seguridad y la vida de las mujeres", los médicos -que firman el manifiesto a título personal- advierten de que la reforma de la ley provocará "más casos ansioso-depresivos, más enfermedad mental, más sufrimiento y más dolor", ha afirmado Eudoxia Gay Pamos, presidenta de la Asociación Española de Neuropsiquiatría.
Esta doctora denuncia que el periplo burocrático necesario para abortar (los dos informes psiquiátricos) convierte a las mujeres en "enfermas mentales", cuando no lo son, sólo por el hecho de querer interrumpir su embarazo.
"Gallardón nos pone en el trance de mentir o delinquir para ejercer nuestros derechos y no vamos a ser cómplices de ello", ha denunciado. Los profesionales sanitarios, que aseguran no haber sido consultados por el Ministerio de Sanidad ni el de Justicia, alertan también de la "inseguridad jurídica" a la que la norma condena a los médicos.