Nadal, que volvía a las pistas una vez recuperado de su lesión lumbar después de Australia y un virus estomacal que le impidió reaparecer en Buenos Aires, se proclamó campeón en Costa do Saouipe en 2005 y en Sao Paulo el año pasado.
Después de su conquista en Doha y la decepción en la final del primer 'grande' de la temporada ante el suizo Stanislas Wawrinka, Nadal llegaba a una nueva final, tres de tres en torneos disputados, y esta vez no dejó escapar la gloria.
Sin una gran exhibición, pero sin sufrir ni la mitad de lo que le exigió Pablo Andújar en semifinales, el favorito en Río cumplió con los pronósticos.
El número uno del mundo hincó así el diente al torneo número 62 en su carrera alargando su idilio con Brasil, donde no conoce la derrota y suma con este tres títulos.