La Policía Nacional junto con la policía de Bélgica y Holanda, ha detenido a unas 20 personas: 16 españolas, dos en Bélgica y otras tantas en Holanda por participar en una organización de muleros que se dedicaban a introducir droga en aeropuertos europeos.
Utilizaban a niños y bebés para que nadie sospechara. Se le introducía la droga en los pañales o incluso en los mismos cuerpos de los niños. En total se han requisado unos 11 kilos de cocaína.
Las investigaciones comenzaron en Zaragoza, con la sospecha de el transporte de estupefacientes desde Sudamérica hasta Schiphol (Amsterdam). Posteriormente, los sospechosos se trasladaron a Madrid donde fueron detenidos en el aeropuerto de Barajas.
En Bélgica, una pareja llevaba a un niño de escasa edad el cual tenía introducido en su cuerpo unos 2.500 kg de cocaína líquida. Fueron detenidos, al igual que los casos que se dieron en España en Valdepeñas. En este caso la mercancía transportada era de 4.200 kg.
La investigación culminó cuando se consiguió detener a los dos cabeza pensantes de la banda. Se les apresó de forma “in fraganti”. A pesar de todo, aún quedaban cinco personas más todavía por apresar.
Finalmente, toda la banda está detenida y totalmente desarticulada.