Los responsables del ‘Murallito’ colocan en él varias pancartas para expresar su protesta contra el equipo de Gobierno del Ayuntamiento y concretamente contra el concejal de Turismo, Héctor Palencia.
“Emprendedor: persona ilusa que expone su dinero, su tiempo y su trabajo por una buena idea, pero si funciona… ¡Te la roban!”; “El PP y el concejal de Turismo del Ayuntamiento de Ávila, con su avaricia y sus impuestos, cierran esta empresa y nos hacen irnos de esta ciudad (otra que se va de Ávila) ¡Una empresa menos y tres parados más!”; “A la ciudad de Ávila y a todos nuestros clientes: colegios, asociaciones, agencias, etc., por estos 16 años de convivencia… gracias”, son los mensajes que pueden leerse en los laterales del ‘Murallito’.
Este tren turístico tiene autorización administrativa, pero no concesión y el Ayuntamiento de Ávila expresó su deseo, el pasado mes de junio, de regularizar los servicios de transporte que realizan los itinerarios turísticos por los principales monumentos de la ciudad, los conocidos ‘Murallito’ y 'tuk-tuk', ambos ubicados en los entornos de la Basílica de San Vicente.
Se aprobaron entonces dos pliegos de condiciones para otros tantos procedimientos de contratación, uno para transportes de más de 9 plazas (por un plazo de 15 años) y otro para sistemas con una capacidad menor (5 años).
En ellos se introdujo un canon fijo de 10.000 euros al año y un canon variable del 5% de la venta de billetes que la empresa concesionaria tendrá que abonar a las arcas municipales.
En noviembre se comunicó que se había concedido el servicio a una nueva adjudicataria. En la Junta de Gobierno del día 14 se decidió “permitir a la empresa que realiza esta labor hoy día terminar sus funciones coincidiendo con el año natural”, pero naturalmente no van a quedarse callados mientras otros se apropian de un negocio que ellos han logrado mantener en pie 17 largos años.