Según se ha conocido tras una reunión entre la Federación de Empresarios de Hostelería y el alcalde de la ciudad, el objetivo de esta ordenanza ciudadana sería "regular las prácticas publicitarias" de los establecimientos que contratan a personas para difundir publicidad de las ofertas y menús en las calles de la ciudad.
Proponen que "todos los establecimientos tengan derecho a vender su producto de forma ordenada y adecuada" y que se eviten "prácticas que a nadie agradan" como el asalto a los transeúntes por el centro por parte de estos repartidores de publicidad.