La mayoría de los casi 300 raptos en la primera mitad de 2023 se produjo por motivos económicos o estratégicos. La agencia de la ONU para la niñez destaca que no se puede tratar a estas personas como mercancías o moneda de cambio.
El número de periodistas asesinados durante el año pasado creció un 50%, la mitad de ellos fallecieron fuera de las horas de trabajo. América Latina y el Caribe fue la región más mortífera para los comunicadores y México la ciudad más letal.