España no cumplirá con el nuevo objetivo de la OTAN de destinar el 5% del PIB al gasto en defensa en la próxima década, lo que no es un caso aislado ya que otros países también han incumplido compromisos anteriores sin consecuencias. Los acuerdos de gasto en defensa de la OTAN son políticos y no jurídicamente vinculantes, lo que significa que no hay sanciones para los países que no cumplen. Sin embargo, con Donald Trump nuevamente en la Casa Blanca, podría haber una presión política más fuerte sobre aquellos que no cumplan. A pesar de esto, Pedro Sánchez ha afirmado que España alcanzará el 2% del PIB en defensa para 2025, cumpliendo así un compromiso anterior. La situación plantea interrogantes sobre las futuras implicaciones para los países miembros que no sigan las reglas establecidas por la alianza.