Los juguetes intervenidos incluyen en su interior un envoltorio con huevos de un crustáceo de una especie invasora que se caracteriza por su facilidad para propagarse y llegar a convertirse en plaga.
Un año más, el SEPRONA trabaja en la erradicación del furtivismo, tráfico ilegal de especies, maltrato de animales domésticos, uso ilegal de venenos o la degradación de ecosistemas.