Otoño 2015. Dos socorristas, Oscar (Eduard Fernández) y Gerard (Dani Rovira), viajan hasta Lesbos (Grecia) impactados por la fotografía de un niño ahogado en las aguas del Mediterráneo.
¿En qué nos hemos convertido? Si vemos cotidianamente la muerte de seres humanos en el mar y no actuamos, entonces, ¿qué clase de personas somos? ¿Para qué vivimos? ¿Solo para saciar mas y mas placeres?
Al menos 17 personas han sido halladas sin vida esta semana en las costas españolas, elevando el número de víctimas mortales en aguas del Mediterráneo a más de 2.000 en lo que va de año.
El PSOE ha registrado en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley en la que plantea una batería de medidas que debería adoptar la Unión Europea para acabar con las muertes en el Mediterráneo de personas en busca de refugio.
Este verano habrá una mayor probabilidad de que las temperaturas estén por encima de la media en la región del Mediterráneo, pero sobre todo en el sureste, es decir, en Libia, Egipto y varios países de Oriente Medio.
La presidenta del Grupo de los Socialistas y Demócratas, Iratxe García, ha advertido de que “en el mar Mediterráneo no sólo se hunden las vidas” de miles de refugiados que intentan llegar a Europa, sino que “también estamos hundiendo la dignidad del propio proyecto europeo”.
La unión de dos borrascas, una que evoluciona desde el Mediterráneo y otra desde el Atlántico darán lugar a precipitaciones fuertes, persistentes y con tormentas, produciéndose acumulaciones que podrán superar los 100 l/m2 o incluso los 200 l/m2 en 12 horas.
Agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil han interceptado en aguas próximas a la costa murciana una embarcación que transportaba 14.480 kilos de hachís. En la operación han sido detenidas las dos personas que iban a bordo de la embarcación, de nacionalidades búlgara y holandesa.
Unicef ha expresado su alarma ante el número de migrantes y refugiados muertos durante la semana pasada en el Mediterráneo central, muchos de los cuales se cree que eran menores no acompañados. De hecho en 2016 cada mes llegaron 1.000 niños no acompañados a Italia.