Amaia es una adolescente que, de la noche a la mañana, tiene que decir adiós a su vida en Barcelona para ir al pueblo de su madre, donde nunca ocurre nada… hasta que descubre el pasado de su abuela, con fama de ser la única bruja que ha existido en el pueblo.
Cansada de su vida de jubilada, y de compararse con sus amigas que son abuelas, Marisa (Carmen Machi) decide viajar a un campo de refugiados griego donde, a su parecer, necesitan a gente exactamente como ella.