La llegada de huracanes a España convertidos en borrascas extratropicales ha aumentado en frecuencia, especialmente entre 2021 y 2025. Estos fenómenos, que suelen formarse en aguas cálidas del Atlántico tropical, han impactado recientemente con lluvias intensas y vientos fuertes, como los casos de los ciclones Dexter, Erin y Gabrielle. Aunque históricamente raros, estos eventos pueden estar relacionados con el calentamiento del océano Atlántico, que permite que los sistemas tropicales mantengan su energía durante más tiempo al desplazarse hacia latitudes más altas. La transformación de huracanes en borrascas se debe a la interacción con corrientes de aire frío y la dinámica atmosférica, lo que puede reactivar su intensidad. Este patrón creciente plantea preguntas sobre el impacto del cambio climático en la actividad ciclónica cerca de Europa.