A principios de diciembre, el presidente estadounidense Donald Trump, anunció que su país reconocía la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Poco después, el primer ministro marroquí expresaba su intención de situar las plazas de soberanía española de Ceuta y Melilla en la agenda exterior del país.
Vergüenza tienen que estar pasando los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado cuando ven a una delegada sordomuda y a un presidente del perpetuo socorro que no mueven ficha. Tristeza me da querer ser lo que no puede ser, una autonomía.
El pasado día 20 en comparecencia ante la prensa, el Vicepresidente de Castilla-León, Francisco Igea, pronunció una de esas frases memorables, que además sintetiza todo lo ocurrido en estos 17 mese de pandemia.
Yo me pregunto, ¿para qué tanto remover la castaña? En referencia a los botines que tiene el Rey Emérito fuera de España, y que vive -y nunca mejor dicho- como un rey en su isla de un país dictatorial...
También es imprescindible, dice Yony, que, con esta ley, la de la Identidad o Estructura, realicemos una demostración práctica para comprobar que se cumple siempre en la vida diaria y, por ello, en toda la historia de los pueblos e imperios.
Hijos de inmigrantes nacidos en Alemania forman la llamada generación, bien integrada, y que aporta diversidad a un país históricamente homogéneo. Testimonios de varios hijos de ellos, como Leandro Mateos y Yhasmin Hernández.
Algo que sale de gente avispada pero que tiene sus limitaciones dentro de lo que puede quedar hoy día de un sistema que se cae a pedazos por doquier en todo el mundo.
A vueltas con el artículo que presenta el punto de vista de tres médicos, que plantean cuatro posibles escenarios potenciales de la pandemia de COVID19: Erradicación, Eliminación, Convivencia y Conflagración, nos presentan un espectro de hipotéticas “finales” que pueden constituir la resolución de la pandemia de COVID-19.
Creo que Pedro Sánchez se equivocó al expresar que le gustaba la carne al punto, tanto porque desautorizaba injusta y cruelmente al ministro Garzón, que no hizo sino verbalizar una obviedad (otra cosa es el momento y su puesta en escena), como porque su remodelación de Gobierno ha demostrado que le gusta cruda.